Se llegó la fecha, este día fueron inauguraron los Juegos Olímpicos de Londres 2012.
Superar la ceremonia de inauguración de los Juegos de Beijing 2008 era un tarea muy difícil, y sin embargo Londres 2012 lo supo hacer, y muy a su manera.
La capital británica goza de una historia en donde se demuestra que cuando se trabaja en equipo se logran grandes resultados.
En la ceremonia de inauguración se mostró al mundo los inicios de la Gran Bretaña, que fue forjada por sus habitantes desde siglos atrás, entre granjas y campos, después pasando por la revolución industrial, y finalmente por la revolución tecnológica.
En cerca de 3 horas y media la capital británica nos llenó de asombro, al hacer transformaciones en el escenario del estadio olímpico frente a millones de personas en todo el mundo, después al lograr hacer que la Reina Isabel II por primera vez formara parte de un pequeño trabajo cinematográfico y en donde al final se avienta en paracaídas y llega al Parque Olímpico.
Otro momento con el que me quedo es cuando el actor británico Rowan Atkinson hace su aparición junto a la orquesta sinfónica de Londres, para mi fue uno de los momentos en que me cautivó por todo lo que logra el actor sin mediar palabra alguna.
No puedo dejar de comentar el desfile de las 204 delegaciones olímpicas, especialmente la de México, siendo la más colorida en cuanto a vestuario y mostrando algo único en el mundo, pero con un toque fresco y moderno.
El encendido del pebetero olímpico es uno de los momentos más esperados, Londres hizo partícipes a sus grandes personalidades para ser parte del relevo de la antorcha que recorrió Gran Bretaña en 2 meses. Y para el momento culminante eligió a las promesas olímpicas, futuros deportistas que se espera brillen, sembrando así una semilla deportiva para el futuro.
Finalmente la noche la cerró Sir Paul McCartney, uniendo a todo el mundo en un solo canto y demostrando que los Juegos Olímpicos unen a las naciones de todos los rincones del mundo.
Londres 2012 no defraudó, logró un excelente inicio con la ceremonia de apertura, superó a la grandiosa inauguración de Beijing, y muy a su manera, como sólo la Gran Bretaña lo puede hacer.
